Entrevista a Juan Jose del Solar


Si hay momentos de los que puedo estar orgulloso, creo que iniciaría con el afianzamiento de una amistad verdadera. Una de ellas es la que mantengo con el gran traductor Peruano Juan Jose del Solar , que me abre las puertas de su casa siempre para establecer una conversación inteligente que se convierte en una clase maestra. Aqui les dejo parte de una entrevista que me concedió.



Le doy las gracias tambien a mi Hermano Marco Mori Fisher por acompañarme y retratar ese momento.



1.-En el mundo de habla hispánica se conocen mucho tus trabajos y has merecido muchos premios de renombre, consideras que el Perú te debe algo por acercar una cultura tan importante como la escrita en lengua alemana a nuestro idioma?
En efecto, he recibido el premio Nacional de Traducción del Ministerio de Cultura de España en sus dos modalidades: el otorgado a la mejor obra traducida durante un año, en 1995, por mi traducción del “Libro popular del Doctor Fausto”, de autor anónimo del siglo XVI, y más tarde, en el 2004, el Premio Nacional a la obra de un traductor. Ese mismo año me concedieron en Alemania el premio de la Calwer Hermann Hesse Stiftung, por mis traducciones de obras de Hermann Hesse al español, y al terminar el milenio anterior, el año 1999, el Ministerio de Cultura de Austria me concedió el Premio Nacional austriaco por mis traducciones de obras de autores austriacos al español, Franz Kafka y Elias Canetti, entre otros importantes. El Perú, mi país de nacimiento, es el único que aún no me ha hecho llegar ningún reconocimiento por haber acercado a nuestro idioma más de ochenta obras escritas en lengua alemana, de escritores alemanes, austriacos y suizos, pero dicen que más vale tarde que nunca...ojalá alguna autoridad se acuerde de mí...

2.- Como en tu prólogo a “Masa y Poder”(una obra que, por cierto, deberían leer todos los políticos ) - a propósito de la metamorfosis como categoría canettiana - ¿no crees
que el traductor, de alguna manera, se metamorfosea en el autor de la obra traducida, consideras que el traductor debe pasar inadvertido o debe aparecer?


Mucho se ha escrito y discutido sobre este tema de la invisibilidad del traductor. Sin llegar al extremo de definir, como Goethe, a los traductores como “solícitos proxenetas que nos elogian a una verdad semivelada afirmando que es de todo punto entrañable: así despiertan una irresistible atracción por el original”, me atrevería a postular, dentro de lo posible, la máxima fidelidad de la traducción a las constantes estilísticas del autor en el original. De lo contrario, se perdería gran parte del interés y la especificidad de la escritura de novelistas como, por ejemplo, Proust o Thomas Mann con sus “frases-río”, o, por citar casos opuestos, el valor de la elipsis y la economía verbal en grandes escritores como Canetti y Kafka, yo mismo me asombro y me pregunto cómo he conseguido acercarme tanto al lenguaje tan sumamente elíptico de los relatos de Kafka, en “Un médico rural”, por citar un ejemplo concreto, utilizando una lengua que, como el castellano, carece de las posibilidades que el alemán ofrece a sus usuarios de lujo, los escritores, para crear y aglutinar nuevas palabras a partir de la composición verbal. Pero “mi” Kafka en español está ahí como prueba de que a veces es posible hacerlo, quizás en parte por eso el gran novelista mexicano Carlos Fuentes llegó a decir: “Por fin podemos leer a Kafka en español”. El mismo Elias Canetti, cuya lengua madre era el ladino, el español hablado por sus antepasados, los judíos sefardíes expulsados de España en 1492, me agradeció y felicitó varias veces en sus cartas, que conservo como un auténtico tesoro, por mi fidelidad a su práctica de la elipsis, particularmente en sus colecciones de “Apuntes”. Siempre me decía que no había que “explicar”, en la traducción, el pensamiento aforístico, pues supondría aniquilarlo, lo que era críptico para un lector alemán debería serlo también para un lector en lengua española.

3.- ¿Cómo defines el equilibrio entre una vida llena de viajes y experiencias, como la tuya, y el método de trabajo de un traductor?
La traducción literaria ha adolecido siempre, en el ámbito hispanohablante, de una falta de remuneración económica digna, que se condiga con las enormes dificultades del trabajo, incluyendo las tareas de investigación paralela que el texto original exige muchas veces. Aparte de esto, el traductor sólo tiene que cumplir con entregar su trabajo en un plazo previamente acordado con el editor, pero es dueño del resto de su tiempo, y puede emplearlo como mejor le parezca, en mi caso, el de un amante infatigable de los viajes, recorría al máximo la geografía europea dentro de lo que me permitían mis magros recursos, y no me arrepiento de haberlo hecho; fruto de esas correrías, por ejemplo, fue el aprendizaje del italiano y del griego moderno, por mi propia cuenta, y movido por el cariño y el interés que me inspiraban ambos países, su cultura y sus gentes. Y menos mal que lo hice cuando aún podía hacerlo, pues mírame ahora, en mi condición de discapacitado físico hace ya diez años, sólo puedo “viajar” al parque de al lado de mi casa, muy bonito por cierto.

4.- Háblanos de los inicios de tu interés por la traducción, al parecer vinculado al mundo de la música:

Pues sí, curiosamente el primer texto que tuve ganas y curiosidad de traducir fue un libreto de ópera: “La flauta mágica” de Mozart. Cuando mi madre me regaló los discos, quedé tan fascinado por la música que me entraron muchas ganas de comprender el libreto, pero mis conocimientos del alemán eran casi inexistentes entonces, de modo que tuve que contentarme con la traducción aproximada de algunas arias que me hizo una amiga muy querida, ya fallecida, cuya lengua materna era el alemán. Sin embargo, de alguna manera la musicalidad de la lengua ha seguido siendo siempre una preocupación central en mis traducciones, tal vez por eso he recibido tantos elogios y comentarios favorables.

2 Comments:

  1. antigona said...
    juan jose, que tengo la suerte de conocer, es unhombre carsimatico, a todo sentido,
    pero tu tambien eres un amigo inapreciable!
    gracia por la entrevista

    Antigona
    Peithos Editores said...
    Esa noche nos divertimos mucho. Juan José siempre nos regala aquellas anécdotas literarias que son toda unas joyitas, como lo que contó acerca del gato y perro, Pedigrín Donoso, de "Pepe" Donoso. Esa si fue buenaza. Saludos a Alonso si está chekeando este post.
    Un abrazo.

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