Extraño caso de Benjamín Button


Para Nathalie




Después de ver una película que nos plantea un hecho sobrenatural como la de un niño que crece al revés, es decir, que nace siendo anciano para terminar su vida como bebe, uno debe remitirse a la fuente que construye su verosimilitud. Y encontrarse que la fuente se halla en uno de los tantos cuentos que escribiera el mítico escritor Norteamericano Francis Scott Fitzgerald aumenta nuestro desconcierto. Eso se debe a la tendencia de encasillar a los artistas en contextos en donde logran fama, pero se termina por revelar que la obra de Fitzgerald esconde esos amagues de inclasificación. Componente que debería ser su rasgo más notable. Cuenta en una carta nuestro autor a su agente Harold Ober, que fue uno de sus cuentos más difícil de vender, debido a que las revistas esperaban del clásico relato de sociedad donde se hablara de chicas de moda. Pero a pesar de todas esas dificultades el cuento apareció en la revista Collier el 27 de mayo de 1922. Demostrando que esa búsqueda de acercar lo fantástico a lo realista sería una necesidad que definiría su estilo. El autor define la idea que dio origen al cuento de la siguiente manera: “Me inspiró el cuento un comentario de Mark Twain: Era una lástima que el mejor tramo de nuestra vida estuviera al principio y el peor al final: he intentado demostrar su tesis, haciendo un experimento con un hombre inserto en un ambiente sumamente normal. Semanas después de terminar el relato, descubrí un argumento casi idéntico en los cuadernos de Samuel Butler.”

Si bien la película se basa en la estructura del cuento, la película cambia y toma muchos elementos para enriquecerlo y darle un ritmo peculiar a la historia. Por ejemplo en la película de David Fincher se construye un narrador que en tiempos actuales, antes de que un huracán azote el hospital donde una anciana moribunda le pide a su hija que le relate la historia de Benjamín Button escrita en un diario donde narra los acontecimientos vividos frutos de una decreciente temporalidad. El cuento esta ambientado en la ciudad de Baltimore de 1860 y el padre de Benjamín es Roger Button, Presidente de Button & Company, Ferreteros Mayoristas. Si bien en la película se cambian muchos sucesos en la vida del Benjamin Fitztgeraldiano, esto se hace para darle una carga melodramática y ubicarlo mejor en la historia del Siglo XX.
El personaje de Benjamín Button es representado de manera brillante por Brad Pitt, digno heredero de otro gran actor e interprete del personaje más Fitzgeraldiano de la historia del cine, Robert Redfort, en su actuación de Jay Gatsby, joven adinerado que regresa de la guerra dispuesto a recuperar a la chica que lo rechazó por su pobreza. Brad Pitt, además del parecido físico, tiene el mismo estilo y es tan buen actor como Robert Redfort. Es así como nos arrastra con su actuación a entender la psicología de este personaje, tan frágil en un inicio, pero tan seguro de no dejarse vencer por la adversidad. Gatsby y Button comparten ese mismo impulso vital que los terminan arrastrando hacía amores imposibles y hacia una destrucción irreversible.
Cate Blanchet en su actuación recrea a una adolescente rebelde que esta enamorada de Button y a quien considera especial. Pero es la distancia y la realización de sus sueños privados, ser una gran bailarina que formará parte del grupo de danza más importante de Nueva York de los años 50, viviendo intensamente la bohemia propia del mundo artístico de ese entonces y convirtiéndose en la mujer de gran belleza y de complicado actuar.
Son vidas desbalanceadas desde el inicio, pero persistente en su amor mutuo, a pesar que conseguir cierto equilibrio en un momento de su vida, el irremediable tiempo inverso que viven harán imposible su relación como en la mayor parte de las obras de Fitzgerald, herederos de un romanticismo de entre guerras que anuncia un cambio de los estilos de vida.

Tanto la película como el cuento comparten un nexo común, poder acerca al público a ese ocaso que puede estar en el principio o al final de una vida y demostrar que son en verdad las tramas intermedias lo que hacen que el acaecer en este mundo valga la pena de ser vivido.



4 Comments:

  1. Miguel Monroy said...
    Me gustan tus apreciasiones, creo que son bastante lucidas a pesar de su brevedad, sobre-todo porque has conseguido ciertos puntos que me resultan reveladores. Aún no he visto la pelicula, pero pienso comprarme el libro y, por supuesto, leer el cuento. ya sé que Scott vivó su paraiso y su propio infierno en vida, pero es sin duda un magnifico escritor.
    Julio Zavala Vega said...
    Agradezco tus apreciaciones amigo Monroy, son de gran ayuda y es verdad lo de gran escritor en lo que se refiere a Fitzgerald y es tanto asi que Hemingway decía en "Paris era una fiesta":
    "Su talento era tan natural como el dibujo que forma el polvillo en un ala de mariposa. Hubo un tiempo en que él no se entendía a sí mismo como no entiende a la mariposa, y no se daba cuenta cuando su talento estaba magullado o estropeado. Más tarde tomó conciencia de sus vulneradas alas y de cómo estaban hechas, y aprendió a pensar pero no supo ya volar, porque había perdido el amor al vuelo y no sabía hacer más que recordar los tiempos en que volaba sin esfuerzo", escribió el autor de El viejo y el mar.
    Anónimo said...
    Jefe jamás me cansaré de escuchar tus críticas. Después de leer tu articulo estoy muy animado en leer el cuento y también verla pelicula, espero compartir opiniones luego.
    Marco Mori said...
    Es más que cantado el Oscar para Brat, a la Academia le encanta este tipo de personajes. Y quien mejor que tú para hablar de Fitzgerald que te has leído la totalidad de su obra.
    Saludos.

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