UN INEDITO DE ONETTI





"En cuanto lo hicieron pasar, Carmen comprendió que aquel viernes iba a ser distinto. Creyó recordar tímidas premoniciones (...) Este es el inicio de un texto recobrado por la hija del gran escritor Uruguayo Juan Carlos Onetti, llamado “El último Viernes” el encuentro de este texto inédito que posiblemente iba a desencadenar una novela es un motivo suficiente para reflexionar en la maestría de este autor del que se cumple 100 años de su nacimiento el próximo 1 de junio (1909 -1904). Onetti es un escritor difícil de clasificar. Un autor que mantuvo una ciudad imaginaria como punto de eje de toda su obra: “Santa María”. Los personajes de Onetti son seres claustrofóbicos, pero solitarios, románticos de lo decadente como el famoso Larsen “Juntacadaveres”, o analíticos utópicos como del Dr. Díaz Grey. De Onetti aprendimos a llevar la ironía a la belleza más dolorosa. Un autor que busco llamar la atención con su escritura, pero que repelió a muchos con su actitud. Recuerdo al Maestro Jorge Cornejo Polar me contaba que en un congreso de escritura todos los escritores y maestros invitados viajaron en un tren para desplazarse de una ciudad a otra, pero el más exagerado en su forma grotesca de aislarse era el escritor uruguayo que tenía un sentido del humor bastantes grotesco. Gran lector de su amado Faulkner, posiblemente uno de los primeros en leerlo y poner en práctica su increíble arquitectura literaria. También de Dostoievski. Nuestro querido escritor Mario Vargas Llosa, celebró su influencia en nuestra tradición con un bello ensayo “ El arte de la ficción” Donde Vargas Llosa analiza la obra del escritor con la nostalgia del discípulo. Curiosamente Onetti fue un eterno perdedor de certámenes literarios frente a escritores Peruanos. Su primera gran novela “La vida breve” quedó finalista en un premio convocado por un editorial norteamericana Farrar and Rinehart y entregado por el mismo John Dos Pasos. El ganador en ese momento sería nuestro escritor Ciro Alegría con una novela portentosa “El mundo es ancho y ajeno”, pero que en cuestiones literarias estaba por debajo de lo que ofrecía “La vida breve”. Mucho tiempo después el Primer premio Rómulo Gallegos se lo arrebataría otro escritor Peruano, Mario Vargas Llosa con la “Casa Verde” frente a “Juntacadaveres” una novela importante, pero que no podría competir con el ambicioso proyecto de Vargas Llosa.

Hablar de Onetti es hablar de una un lenguaje particular, de una sensibilidad particular, de una obra basta y continua, llena de vasos comunicantes que nos hacen entender su vida y obra como conjunto. Gracias a Maria Isabel Onetti, su hija, recobramos una parte de esa majestuosa obra, que se incluida en la Biblioteca Nacional de Montevideo que reúne parte de sus manuscritos. Este año será especial, porque la estampa de una obra maravillosa, como la presencia de este autor rondara nuestras mentes. “Dejemos hablar al viento” como nos dice este gran autor uruguayo para leerlo en las paginas de sus libros.

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